El joven se ha estado sintiendo bastante friki últimamente, y su excitación se ha ido acumulando hasta el punto en que ya no puede contenerse.Decide tomar el asunto en sus propias manos (o mejor dicho, en otras personas) y se pone un disfraz de conejito de Pascua para agregar un giro juguetón a sus esfuerzos lujuriosos.Sus dos objetivos son su madrastra y hermanastra, a la que se engaña pensando que es solo un personaje festivo de vacaciones.Las mujeres desprevenidas son despreocupadas cuando descubren que en realidad es su familiar cachondo en el traje de conejita.El joven las persuade habilidosamente para que le haga una mano y le haga una mamada, todo mientras permanecen inconscientes de su verdadera identidad.El encuentro las deja a las tres completamente satisfechas, con el joven lujuriosamente lujurioso su "cesta de Pasero" llena con los recuerdos placenteros del día.